El Perfeccionismo.

El perfeccionismo consiste en la creencia errónea de que cada actividad que se lleva a cabo ha de cumplir con una serie de requisitos basados en expectativas irreales. Este afán por encontrar la perfección suele ser limitante, pues posiblemente se acabe abandonando el proyecto o se prolongue en el tiempo sin llegar a estar nunca satisfecho con el resultado.

¿Cómo identificar si somos perfeccionistas?

  • Altos niveles de ansiedad.
  • Excesivos intentos de control.
  • Gran autoexigencia.
  • Intolerancia al fracaso (relacionada con la procrastinación).
  • Inconformismo e insatisfacción vital.
  • Atención selectiva hacia los errores.


Una buena forma de afrontar el perfeccionismo es entrenar la paciencia, una actitud que sirve para afrontar las distintas dificultades que vienen asociadas con la exigencia y la necesidad de control propias del perfeccionismo. En ese sentido, ser paciente facilita la toma de decisiones, mejora el autoconocimiento y ayuda a reducir el estrés.