VAGINISMO: CAUSAS Y TRATAMIENTO PSICOLÓGICO

La sexualidad, al igual que la comunicación, es uno de los aspectos más importantes a nivel individual y de pareja.  Por lo que, un problema en este ámbito puede verse reflejado o traducirse en problemas en otros aspectos de mayor índole. Por ello, es importante saber reconocer los posibles problemas sexuales que pueden existir en este ámbito. Uno de los más comunes y del que hablaremos a continuación es la disfunción sexual femenina. 

¿Qué es la disfunción sexual? 

El término de disfunción sexual abarca cualquier problema que se produzca en alguna de las etapas del acto sexual (deseo, excitación, orgasmo y resolución) que impida que uno o los dos miembros de la pareja disfruten en plenitud del mismo y pueden producirse por causas físicas, psicológicas o de ambos tipos.

Disfunciones sexuales femeninas 

Existen numerosas disfunciones sexuales femeninas que se clasifican en: Trastornos del deseo sexual (Deseo sexual hipoactivo y Trastorno por aversión al sexo); Trastornos de la excitación sexual (Trastorno de la excitación sexual en la mujer); Trastornos orgásmicos (Trastorno orgásmico femenino); Trastornos sexuales por dolor (Dispareunia y Vaginismo); Otras disfunciones sexuales (Trastorno sexual debido a una enfermedad médica,  Trastorno sexual inducido por sustancias y Trastorno sexual no especificado). Dentro de los Trastornos sexuales por dolor se encontraría el vaginismo. 

¿Qué es el vaginismo?

Según el DSM-5 (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition) el vaginismo se define como “Dolor genital persistente y recurrente asociado al coito y no debido a causa orgánica exclusivamente”.Existen dos tipos, vaginismo primario, es decir, el dolor está presente desde las primeras relaciones sexuales y, vaginismo secundario que se produce de manera puntual debido a una causa concreta y, además, en este caso, anteriormente se han podido mantener relaciones sexuales satisfactorias sin dolor.

Posibles causas

El origen del vaginismo puede estar relacionado con un proceso fóbico asociado al miedo a la penetración. Dicho trastorno se mantiene por lo que representa el papel de la pareja y la ansiedad ante la penetración. 

Las principales causas que influyen en la aparición de este trastorno son:

  • Causas orgánicas: La escasa lubricación vaginal puede ser un factor importante en el origen del vaginismo.  Entre las causas que con mayor frecuencia pueden favorecer o estar asociadas al vaginismo encontramos: Patología y alteraciones del himen, Inflamaciones de la vagina, Endometriosis y endometritis, Tumores o secuelas secundarias a su tratamiento. 
  • Causas psicológicas: los predisponentes que influyen en la aparición del vaginismo son los sentimientos de culpa, traumas sexuales, conflictos de pareja, miedo al embarazo, enfermedades de transmisión sexual (ETS), etc. Los factores que mantienen dicho trastorno son la ansiedad ante la penetración, ya sea por la anticipación del fracaso coital, la excesiva observación sobre los signos favorecedores de la penetración (lubricación, dilatación vaginal), o la exigencia de resultados ante sí misma o la pareja.

¿Cómo tratar el vaginismo?

Los tratamientos para abordar esta problemática son:

  1. Educación sexual.
  2. Terapia de pareja.
  3. Técnicas de exposición a estímulos. 
  4. Desensibilización sistemática (DS).
  5. Entrenamientos musculares de los músculos pélvicos (relajación y contracción).

El vaginismo es más común de lo que pensamos, ya que actualmente 2 de cada 100 mujeres lo padecen.

La causa principal que genera el vaginismo es psicológica. Por ello, las mujeres que lo padecen sienten vergüenza, culpabilidad y miedo a tener relaciones sexuales; sin embargo, existen numerosos tratamientos psicológicos que dan solución a cada caso de forma individual, a fin de recuperar la normalidad en su sexualidad. 

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